El bosque no sé
Un monstruo cualquiera, que se llamaba no sé cuánto iba
a ir, a no sé dónde, se encontró con un hombre que no se qué le dijo.
Lo único que entendió fue que había (no se qué) en el bosque
que no me sé el nombre. El monstruo cualquiera se interno en el bosque que no
me sé el nombre para ver esa cosa que
le dijo aquel hombre.
Buscó en un arbusto.
Sus hojas, eran doradas no sé porqué. Abrió las hojas y ramitas y encontró
un círculo de oro que alumbraba a las hojas y ramitas que no me sé la especie. Decidió agarrar la
pelota de oro, pero de la nada apareció un hombre que no me sé el nombre, le
dijo que no le convenía hacer eso. Le
dijo porqué, pero no escuche.
Al monstruo no le
importo y se la llevo, pero una rara
ráfaga de viento se la quito.
El se quedó llorando sin encontrar la explicación.
Sin saber ni quién, cómo, ni cuándo, la respuesta el
monstruo halló: aquella bola dorada era el huidizo y juguetón sol.
Autora: Catalina Creus
Años: 8
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