Hace millones de años existían dinosaurios en la tierra.
Ellos vivían en una isla cerca de un volcán. A los grandes dinosaurios las gustaba ver el espectáculo del volcán en erupción, además de recibir su calor, ya que en la isla hacía un frío polar.
Había dinosaurios que comían plantas y otros, carnívoros, se comían entre ellos porque no tenían otra comida. De todos modos la especie de mantenía en equilibrio, y así transcurría la vida en el lugar.
Un inesperado día, el cielo se pobló de extrañas estrellas que caían sobre la tierra provocando grandes destrucciones. Eran meteoritos que empezaron a caer, primero los más pequeños, hasta que más tarde los mayores.
El primer meteorito cayó próximo a dos dinosaurios. Uno era herbívoro y el otro carnívoro. Esta caída creó un campo de fuerzas que les servía de protección.
Mientras tanto el resto de los dinosaurios buscó protegerse de algún modo. los terrestres corrieron hacia una cueva que estaba en la montaña nevada y los acuáticos se dirigieron a una cueva en el río limpio.
Aquellos dinosaurios que quedaron protegidos por al campo de fuerzas, vieron un nido con tres huevos unos de ellos próximo a romper. Se preocuparon porque el nido había quedado solo y sería destruido por algún meteorito y aprovechando su protección se acercaron para compartir el campo de fuerza.
Tomaron el nido y lo llevaron a la cueva como refugio junto con los otros dinosaurios.
Como la montaña estaba alejada del volcán que les daba calor, hacía mucho frío y quedaron congelados. A lo largo de muchos pero muchos años se transformaron en piedra.
Por el mar y con barcos, llegaron unos humanos a la isla y hallaron los restos fósiles de los dinosaurios atrapados por el hielo.
Autores:
Valentina
Leonel
Lucas
Agustín
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